Construida en 1786, con la intención de hospedar a los superdelegados políticos de la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores. En 1940, la propiedad pasó a manos del gobierno de Guanajuato, razón por la cual también se le conoce como Casa de Visitas. Desde entonces, ha servido para hospedar a visitantes distinguidos de la ciudad, consolidándose como un importante punto de referencia histórica y cultural.